lunes, 6 de febrero de 2012

Need for Speed: The Run (reseña)


                Acelera a fondo desde San Francisco hasta Nueva York


Recuerda tutoriales a la derecha


El juego de carreras más reciente de Electronic Arts captura la emoción de conducir a través de Estados Unidos, desde Los Angeles hasta Nueva York.
Juegas como Jack Rourke, un corredor que se ha visto involucrado con la mafia. Por ello, su amigo Sam le promete que podrá obtener millones al salir victorioso de una carrera alrededor del país.
La trama no logra captar del todo tu atención, a pesar de contar con el apoyo de actores como Sean Faris y Christina Hendricks. Sin embargo, después de vivir la secuencia inicial, Need for Speed: The Run deja atrás la historia endeble para enfocarse en la acción sobre ruedas.
Conducir a bordo de NFS: The Run es una prueba de balanceo entre velocidad y control. La variedad de vehículos incluye autos deportivos que responden perfectamente a tus instrucciones, así como muscle cars difíciles de dominar. El frenar de forma efectiva y acelerar al momento de salir en cada curva es crucial para registrar buenos tiempos sobre la pista.
Es común encontrarse a bordo del vehículo incorrecto. Salvo algunas excepciones, Jack solo puede cambiar de auto en las pocas gasolineras que encuentre desde Los Ángeles hasta Nueva York. Este problema se exacerba cuando no existe forma de regresar a un evento anterior y abordar otro automóvil.
Aunque Jack debe completar la ruta de costa a costa, solo eres responsable de tomar el volante durante algunas millas. En algunas secciones del camino debes rebasar cierto número de contrincantes, mientras que en las battle racers es necesario encararlos de forma individual. La mayoría de los eventos son una prueba de habilidad con el volante, y ganar la primera posición justo al final de la carrera no deja de ser emocionante.
El trayecto te llevará a visitar lugares emblemáticos como el Parque Nacional de Yosemite, las Rocky Mountains, e incluso Downtown Chicago. Las locaciones no son una copia exacta del terreno, pero logran transmitir la belleza de un viaje por Estado Unidos, desde el desierto de Las Vegas hasta las planicies de Nebraska.
Los conductores rivales no son el único enemigo a vencer en este viaje. En algunos eventos la policía tratará de detenerte con inspecciones y bloqueos, pero el elemento sorpresa desaparece cuando anticipas su posición en el radar. Asimismo, las avalanchas y otros peligros del escenario son más un espectáculo que un desafío sobre la pista.
Desafortunadamente las carreras se interrumpen cuando manejas fuera de la pista o chocas de forma espectacular, obligándote a regresar hasta el checkpoint más reciente. Las secuencias a pie también provocan una pausa obligada, y tener que esquivar balas de la mafia busca contagiar a Need for Speed con la emoción de Hollywood.

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